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Mi Vida Depende De Un Medicamento

Nota del Editor
Ciegos Venezuela tuvo conocimiento de la situación de Antonio mediante una comunicación de la Fundación para Damas Ciegas como parte de una campaña que esta fundación ha iniciado para apoyarlo. Para contribuir con esta campaña ofrecimos nuestras páginas a Antonio para publicar este artículo.

En virtud de que no he recibido ningún tipo de ayuda de los entes gubernamentales y en medio de la desesperación que me produce saberme en peligro de muerte, he decidido redactar este artículo con la esperanza y la fe puesta en que quienes tengan a bien leerlo me puedan prestar su valiosa colaboración u orientación para solucionar urgentemente la difícil situación en la que me encuentro.

Mi nombre es Antonio Guerra, Licenciado en Educación Especial (Mención Dificultad del Aprendizaje), egresado de la Universidad Pedagógica Experimental libertador (UPEL) Núcleo Los Teques. Actualmente trabajo en la Alcaldía del Municipio Carrizal, en el área de Rehabilitación de Personas con Discapacidad Visual y, además, doy clases ad honorem en ´la Federación Internacional de Fe y Alegría, capítulo Venezuela.

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Adquirí la discapacidad visual en los sucesos conocidos como El Caracazo, a raíz de que un efectivo de la Guardia Nacional me disparara en dos ocasiones en el momento en que me dirigía a mi trabajo. Esa agresión me causó daños irreparables e irreversibles como CEGUERA TOTAL, PÉRDIDA DE LOS SENTIDOS DE GUSTO Y OLFATO, Y DAÑOS EN LA HIPÓFISIS. Como consecuencia de todo eso padezco de DIABETES INSÍPIDA desde 1990.

A raíz de esta problemática y para poder continuar con vida tengo que tratarme con DESMOPRESIN o, en su defecto, MINURIN en sus distintas presentaciones: pastillas, inyecciones o en aerosol de 0,1 miligramos, medicamento que para julio de 2014 tenía un costo de Bs. 3.900 y cada frasco me dura solo una semana.

He acudido a todas las instancias gubernamentales a las que me han remitido: Palacio de Miraflores, Seguro Social, Medicina de alto costo, Ministerio de Salud, Ministerio de las Comunas, Vicepresidencia de la República, PDVSA La Campiña, Fundación Negra Hipólita, Fundación Oro Negro, Gobernación del estado Miranda, Alcaldía de Carrizal, Alcaldía del municipio Libertador, Consejo Nacional para las Personas con Discapacidad (CONAPDIS), Misión José Gregorio Hernández, Banco Central de Venezuela, Fundación Polar, Fundación Mendoza, y el Instituto de Tecnología Venezolana para el Petróleo (PDVSA INTEVEP) entre otras instituciones. Desafortunadamente, el medicamento no llega al país desde julio de 2014, puesto que el Estado no le ha asignado dólares para tal fin al laboratorio SINERGIO, el cual se encargaba de importarlo a Venezuela.

Varias personas que conocen mi situación han averiguado en otros países el precio por unidad de la presentación en aerosol y obtuvieron la siguiente información:

  • España, 137 euros.
  • Locatel de Miami, 160 dólares.
  • Colombia, 54.000 pesos.

Al hacer la conversión a moneda local, esto equivale aproximadamente a la cantidad de BsF. 27.000. Por desgracia, y a causa de no contar con los recursos para costear el medicamento, he estado en tres oportunidades en terapia intensiva, situación que no quisiera volver a vivir. Por ahora solo cuento con tres frascos de medicina y en vez de hacer el tratamiento dos veces al día como lo recomienda el doctor, solo lo estoy usando una vez por día para tener medicina por más tiempo, pero esto deteriora mi salud y aún así, solo cuento con medicina hasta el 20 de abril del año en curso.

Es por ello que, sabedor de su disposición de colaborar en todo lo que beneficie a la comunidad, acudo a su generosidad solicitando su valiosa ayuda o información respecto a mi caso, ya que no cuento con los recursos económicos y, mucho menos en euros o en dólares, para poder adquirir este medicamento del cual depende mi vida.

Si en sus manos generosas está la posibilidad de ayudarme, les estaré infinitamente agradecido por brindarme el socorro que necesito para continuar viviendo y para poder continuar aportando mi granito de arena a la comunidad. Ningún donativo es poco, la suma de cada contribución dadivosa es lo que hace la diferencia.

Agradeciendo de antemano su valiosa colaboración me suscribo muy respetuosamente de ustedes dejándoes mis medios de contacto y mis cuentas bancarias.

Cuentas bancarias para su colaboración

  • Banco Mercantil: cuenta de ahorro nº 0105 0037 1800 3719 8556.
  • Banco Caroní: cuenta de ahorro nº 0128 0035 5935 0403 7304.

A nombre de Antonio Guerra, C.I. 12.158.738.


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