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Lucio Solórzano, líder ejemplar del movimiento tiflológico venezolano

Foto de Lucio Solórzano.
Lucio Solórzano.
Lucio Solórzano era llamado don Lucio por algunos compañeros debido a la admiración y respeto que inspiraba por observar una conducta intachable tanto en su vida personal como gremial. Este humilde y valioso compañero nació en el Caserío Buenos Aires, Estado Miranda, el 13 de diciembre de 1941, perdiendo la visión a la edad de 5 años al ser atacado por un gallo, el cual con sus espuelas le hiere ambos ojos.

El 16 de diciembre de 1954ingresó al Instituto Luis Braille para Niños Ciegos que funcionaba en la Capital de la república. Allí cursó hasta el quinto grado de educación primaria y en julio de 1959 obtuvo su Certificado de sexto grado en la escuela de ciegos adultos que funcionaba en la casa sede de la Asociación Nacional de Ciegos Trabajadores de Venezuela, hoy Asociación Nacional de Ciegos de Venezuela, en La Pastora, en Caracas. Como estudiante siempre se destacó, demostrando aptitudes que de contar con mayor apoyo le hubiesen permitido obtener el título en una carrera humanista, pues era un lector permanente y un escritor dedicado.

Desde el punto de vista gremial, fue un trabajador incansable a favor de la causa, combatiendo la injusticia gubernamental y social,que negaba los derechos a este importante sector de la población mediante leyes que nos excluían y nos colocaban como ciudadanos de segunda o de tercera categoría.

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Inicia su larga carrera en septiembre de 1958 cuando ingresa como miembro a la Asociación Nacional de Ciegos Trabajadores de Venezuela, siendo excluido en noviembre de ese mismo año en forma unilateral por el secretario general de la asociación, José Alberto Gelvis. A principio de 1959 se inscribió en la Sociedad de Ciegos Comerciantes e Industriales S.A., hoy Sociedad Venezolana de Ciegos Trabajadores, surgida de la primera división que sufre la Asociación Nacional de Ciegos Trabajadores de Venezuela, la cual tuvo que abandonar al fundar junto a su compañero, amigo y hermano don Benigno Barboza, el Comité Nacional Pro Derecho de los Ciegos, el 19 de abril de 1960, en el Barrio las Gramas de la Parroquia Antímano de Caracas.

Su condición humanista y de hombre de lucha al servicio de la causa a favor de los ciegos lo llevan a la Ciudad de San Felipe, donde se domicilia en Septiembre de 1963. Allí conoce a la mujer de su vida, Doña Aura Rosa Gutiérrez, quien lo acompañaría durante 29 años, procreando con ella tres hijos: Rosa Aura Solórzano Gutiérrez, Lucio Solórzano Gutiérrez y Yarami Solórzano Gutiérrez, nombre compuesto en homenaje a los dos estados que lo acogieron: Miranda y Yaracuy. Y es que doña Aura Rosa no solo fue la esposa y madre ejemplar, sino esa mujer que todo líder necesita para el logro de sus objetivos, pues siempre estuvo a su lado en todas y cada una de las tareas que como dirigente de la causa emprendía, a nivel local, regional y nacional,combinando su labor gremial con los que haceres del hogar y la atención a sus hijos que nunca descuidó.

El 4 de enero de 1965 funda junto a don Benigno Barboza y 6 compañeros más la Sociedad Yaracuyana de Ciegos, hoy Asociación Yaracuyana de Ciegos. Preocupado por la educación de los ciegos yaracuyanos, inicia desde la organización una dura lucha por lograr un Centro Educativo que le permitiera a las personas con discapacidad visual alfabetizarse en el manejo adecuado del sistema de lectura y escritura braille. Es así como logra la creación del Centro de Extensión Cultural Estatal N° 5 para Ciegos, que funcionó en la casa sede de la Asociación, y del cual fue su maestro y director desde el 16 de marzo de 1965 hasta el mes de septiembre de 1969, alfabetizando a un número importante de compañeros, entre los cuales se contaba don Benigno Barboza.

En la Sociedad Yaracuyana de Ciegos ejerció la Secretaría General de 1965 a 1970, cuando asume la Presidencia, la cual ocupa hasta la hora de su fallecimiento.

Preocupado por las necesidades de los afiliados, Lucio, con el apoyo principalmente de Doña aura Rosa y de sus hijos, acude a cada ente Gubernamental en busca de respuestas para dichas necesidades, logrando entre otras reivindicaciones la adjudicación de viviendas a un número importante de afiliados, e incluso la construcción de la Casa sede de la sociedad.

Su rol de Dirigente nacional y su espíritu de lucha lo llevan a participar en el Sexto Congreso Panamericano Pro Ciegos, celebrado en la ciudad de Maracaibo, del 13 al 18 de marzo de 1977. El 23 de junio de 1975 contribuyó, como representante de la Sociedad Yaracuyana de Ciegos, a fundar en Puerto Cabello, estado Carabobo, el Gran Pacto de Alianza Intergremial Permanente de Organizaciones Tiflológicas de Centro-occidente, corriente tiflológica que durante muchos años hizo vida en el seno de la Federación Venezolana de Instituciones de Ciegos de Venezuela (FEVIC) y desde el cual se promovió la formación de nuevos cuadros dirigenciales que asumieron responsabilidades gremiales a nivel regional y nacional.

Tuvo un papel protagónico en la Fundación de FEVIC, YA QUE FUE EL CREADOR DEL NOMBRE Y DEL LEMA QUE POR MUCHOS AÑOS USÓ LA Federación a saber: ‘Por la conservación de la unidad del movimiento tiflológico Nacional’. En el Comité Ejecutivo de la federación ocupó los más importantes cargos: entre julio de 1977 y septiembre de 1980 fue secretario general, desde septiembre de 1980 hasta julio de 1982 fue secretario de finanzas, y desde julio de 1982 hasta julio de 1985 fue presidente. En cada uno de los cargos que ocupó dejó una huella imborrable y un legado importante que debemos retomar por su dedicación y amor desprendido a la causa de los ciegos, pues fue un ‘fevicista’ convencido, poniendo todo lo poco que tenía al servicio del gremio, sin escatimar esfuerzo alguno. Nunca faltaba a los eventos Nacionales ni a las Asambleas de la Federación, asistiendo a todas las convenciones nacionales de ciegos,dejando en cada participación sus ideas claras y el ejemplo de su trabajo a través de sus discursospreparados cuidando los detalles de redacción y respetando las normas ortográficas, leídos perfectamente en sistema braille, lo que debería ser ejemplo para las nuevas generaciones.

Desde la Sociedad Yaracuyana de Ciegos brindó todo su apoyo moral y material para la fundación de la Asociación Portugueseña de Ciegos, llevada a cabo el 16 de septiembre de 1997, así como para la fundación de la Asociación Regional de Ciegos del Estado Lara (ARCEL),el 12 de marzo de 1980, a la cual le elabora sus primeros Estatutos y Crea el nombre y lema que la Caracterizan.

Otra de sus luchas estuvo dirigida a lograr la aprobación de una ley que garantizara los derechos de las personas con discapacidad visual. En este sentido, participa en 5 conferencias nacionales sobre legislación tiflológica, y en su seno ayudó a elaborar el anteproyecto de Ley Especial Sobre los Derechos del Ciego y el Deficiente Visual, antecedente a la ley que hoy tenemos y cuya lucha siempre fue impulsada por nuestro sector.

Otro de los gremios en el cual incursionó lucio fue el de los transportistas, donde también ganó respeto y admiración, hasta el punto de ocupar importantes cargos de dirección tanto en la línea de autos libres y por puestos, como en la central regional, que agrupa a las distintas líneas de transporte en el Estado Yaracuy. Así mismo, incursionó en el comercio, ayudando a compañeros ciegos y personas con visión normal, a adquirir sus productos a precios solidarios y a crédito, dando todas las facilidades para el pago, pues más que el lucro personal, Lucio practicaba esta actividad como una labor social en beneficio de los más necesitados.

Al igual que su compañero, hermano y amigo don Benigno Barboza, participó en la vida política del país como militante de Unión Republicana Democrática (URD), siendo candidato al Concejo Municipal de San Felipe en los años 1968 y 1973;candidato a la Asamblea Legislativa del estado Yaracuy, hoy Consejo Legislativo, en 1973 y 1978; y candidato al Congreso Nacional en 1978 y 1983.

La obra de Lucio Solórzano está allí, enesos dirigentes que formó, entre los cuales me cuento, a los que inculcó valores y el compromiso permanente con la causa, además de ese espíritu de lucha que siempre tuvo. En esos discursos perfectamente elaborados, transmitidos con un mensaje claro, y en cada artículo que publicó en la prensa regional y nacional, donde era la voz de las personas con discapacidad, haciendo saber al mundo la exclusión social que sufríamos y la necesidad de continuar trabajando por las justas reivindicaciones que siempre fueron su norte. El ejemplo y legado de Lucio están en esa hermosa familia que formó, que siempre lo acompañó en sus luchas y que compartían la mesa familiar con cada ciego o deficiente visual que llegaba, brindándole las mejores atenciones sin distingo alguno.

Lucio Solórzano fallece en la Ciudad de San Felipe, el 21 de Marzo de 1996, encontrándose sembrado junto a su hermano y compañero de lucha don Benigno Barboza. Lucio, el compañero, el amigo y el hermano, nos dejó, pero su obra y pensamiento perdurarán por siempre.

Honor a estos humildes y ejemplares líderes del movimiento tiflológico nacional.


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1 comentario en “Lucio Solórzano, líder ejemplar del movimiento tiflológico venezolano

  1. Lucio Solorzano Nuñez( Kaholo 1er Nieto)

    Muy agradecida por parte de la familia Solorzano Gutierrez, por incluir en este artículo a mi Esposo, Padre, Abuelo, Amigo y Compañero. Don Lucio Solorzano El Mensajero del Pueblo.

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